La Soberanía Política
La soberanía
es el “poder absoluto y perpetuo de una
República”; y soberano es quien tiene el poder de decisión, de dar las leyes
sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto a leyes escritas,
pero sí a la ley divina o natural.
El concepto
de soberanía puede entenderse de varias maneras o del dicho dado, tenemos que
la soberanía bajo el ámbito “Político” está asociada al hecho de ejercer la autoridad
en un cierto territorio. Esta autoridad recae en el pueblo, aunque la gente no
realiza un ejercicio directo de la misma sino que delega dicho poder en sus
representantes.
En otras
definiciones tenemos que también define
al concepto de soberanía como la máxima autoridad dentro de un esquema político
y al soberano como el ser superior dentro de una entidad que no es material.
En
este sentido es importante que subrayemos que existen una serie de diversos
tipos de soberanía. Así, nos encontramos con la soberanía nacional que es la
que establece que el poder está en manos del pueblo y que este se ejerce a
través del conjunto de órganos de tipo constitucional que son representativos
de aquel citado pueblo.
El
autor Jean J Rousseau sostuvo que
quien tiene el derecho a ejercer soberanía siempre es el pueblo.
Sin embargo, cada individuo se enfrenta a la
dualidad de actuar como soberano pero también como súbdito de manera
simultánea.
Las personas se involucran a la hora de crear
la autoridad mientras que, a la vez, están sometidas a esa misma autoridad que
ayudaron a desarrollar.
Esta
descripción quiere decir que todos los ciudadanos sean iguales y puedan
conducirse con libertad. No hay una persona específica que mande, sino que las
órdenes son emanadas de un sujeto sin determinar que viene a representar la
voluntad de la gente.
En el
ámbito “Derecho Internacional” se
conoce como soberanía al derecho que ostenta un Estado para concretar el
ejercicio de sus poderes.
Cabe
recatar que la violación de la soberanía puede tener trágicas consecuencias,
entre ellas el inicio de un conflicto bélico
Además
de todo lo citado o dicho, podemos determinar que soberanía es una palabra que
en la antigüedad se empleaba como sinónimo de soberbia o de orgullo. Una
acepción está en que, en cierta medida, va en consonancia con el término
soberano con el que está en relación, que era el que “estaba por encima del
resto”.
Independencia económica
Para
iniciar con el este dichoso tema importante, tenemos que saber ¿qué es independencia?
es la formación o la restauración de un país inmediatamente después de la
separación de otro del que sólo formaba una parte.
y ¿ económica?
, se entiende como económica como la ciencia que estudia los recursos, la
creación de riqueza y la producción, distribución y consumo de bienes y
servicios, para satisfacer las necesidades humanas.
Ya definidas
estas dos partes esenciales ahora continuemos con el este tema
Sobre
la independencia económica
Hay
dos formas básicas de visualizar el significado político de la independencia
económica: en un contexto de aislamiento o de mínimo contacto externo,
significa autobastarse en cuanto a la producción de los bienes y servicios
necesarios para la vida social, de modo que no se generen a partir de las
propias necesidades formas de dependencia política externa.
Este
es un planteo que hoy se considera agotado o al menos seriamente cuestionado.
En un contexto de interacción internacional intensa, en cambio, se considera
independencia económica la capacidad de producir en forma eficiente y
competitiva productos cuya demanda internacional asegura un intercambio
ventajoso o al menos equitativo por aquellos otros productos que no producimos
pero que necesitamos,
de
modo que esa necesidad no signifique un factor de dependencia política.
Actualmente, la independencia económica a largo plazo está íntimamente
vinculada con la investigación científica y tecnológica, pura y aplicada, y
ésta lo está a su vez con el desempeño integral del sistema educativo de la
sociedad.
También
en la independencia económica tiende a tener mucha controversia a su
entendimiento ¿Por qué?
En
la vida existen dos grandes maneras de obtener riqueza o ingresos. Una de ellas
es buscar un trabajo y emplearse para alguien, es decir, a cambio de un tiempo
invertido en producir se nos recompensa económicamente por ello.
En
esta situación se encuentran casi el 90% de las personas. Personas que trabajan
para otra persona para lo cual se ha necesitado pasar por un arduo camino de
estudio, esfuerzo y gasto de dinero, con el fin de poder obtener nuestra “independencia
económica”. La educación se centra básicamente en preparar a las personas para
que trabajen dentro de un sistema o para él siendo reales “esclavos” del mismo.
Es duro, pero es así.
Triste
realidad pero es así
La otra parte minoritaria de profesionales son
personas empresarias o inversionistas que componen alrededor del 10% restante
de la población. Este sector de personas nos dedicamos a trabajar para nosotros
mismos, sin necesidad de establecer horarios, dirigidos por alguien o teniendo
limitaciones económicas.
Lo
cierto es que una persona empleada no posee independencia económica. Alguien
que trabaja para una empresa o para el estado es económicamente dependiente,
puesto que es necesaria su actividad laboral para poder seguir ingresando
dinero en su cuenta, es decir, es dependiente de su trabajo, si no trabajas no
ganas dinero.
La
independencia económica surge y se consigue cuando existe libertad de elegir
cosas sin preocupaciones de si alcanza el dinero o no y si tienes tiempo o no
para hacer o estar realmente donde quieres, esto es, tener el control total de
tu dinero y de tu tiempo, en definitiva dominar tu vida.
Pero
el “problema” surge desde muy pequeños cuando desde la escuela nos educan en cosas que en el futuro se
enfocarán única y exclusivamente en obtener un empleo. Nos enseñan muchas
matemáticas, lenguaje, historia, física, química, etc… conocimientos que (por
otro lado, es totalmente necesarios); que servirán no para emprender caminos
libres e independientes sino para aplicarlos trabajando para una empresa de la
cual alguien es dueño y posiblemente esa persona ni siquiera tenga ese nivel de
educación formal.
El error es pensar que en la vida solo se
puede acceder a ser un empleado.
La
única manera de obtener la libertad o la independencia económica es ser un
empresario, pero aquí es donde llega el conflicto; si nuestra educación
solamente nos han formado para ser empleados de alguien ¿cómo es que podemos
ser un empresario independiente? y no solo eso, un empresario de éxito. Lo
cierto es que las posibilidades de hoy en día para ello son ilimitadas y totalmente
accesibles en comparación con modelos antiguos totalmente jerarquizados.
EL IMPERIALISMO
Imperialismo,
es una relación entre países, por lo general en forma de un imperio, basado en
ideas de superioridad y aplicando prácticas de dominación, que implica la
extensión de la autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro.
También
puede ser una doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o
Estado sobre otros; habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de
poblamiento, de explotación económica, de presencia militar estratégica) o por
la subordinación cultural (aculturación)
Durante
el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extra europeas
(USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial
acelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del
colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación
de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que
desembocaron en la 1ª Guerra Mundial
El Colonialismo
Suele
aludir a las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI,
XVII y XVIII. Las metrópolis controlaron una serie de territorios, explotados
económicamente, que alentaron relaciones de subordinación con los pueblos
autóctonos de la zona, a los que impusieron sus estructuras y formas de vida.
Se impulsó el control de rutas, lugares estratégicos y la creación de zonas de
influencia, pero no quedó claramente establecida una conducta de conquista
continua y sistematizada.
El imperialismo
A diferencia
del anterior, tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los estados que lo
practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de
territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No
buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control
político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último
tercio del siglo XIX.
Fase superior del capitalismo
El
imperialismo, fase superior del capitalismo es un libro escrito por Vladímir
Lenin en 1916.
Explica
que la época del capitalismo de librecambio toca su fin. Acompañado por
múltiples datos y estadísticas de la época, describe cómo en los países más
adelantados (Gran Bretaña, Alemania y los EE.UU.), la concentración de capital
ha dado lugar a grandes monopolios que acaparan sectores enteros de la
producción. Esta parte es continuación de las tesis de Marx en cuanto a las
leyes de concentración de capital.
Los
capitalistas han dejado de ser competidores anónimos dentro de un mercado
desconocido y la libre competencia se ha trasformado en su contrario. La
competencia en la nueva época del capitalismo, se da ahora en unas condiciones
nuevas en las que solo los grandes monopolios pueden competir entre sí. El
estado ha dejado de ser propiedad de toda la burguesía para pasar a estar
controlado solo por los sectores monopolistas de la burguesía. El estado sirve
ahora solo a los capitalistas dueños de grandes monopolios
De
tal manera Lenin desarrolla el punto de vista de Marx más allá de lo que aquel
pudiera haber hecho, dado que el fenómeno de los monopolios se da a partir de
muy a finales del siglo XIX.
Capitalismo de libre competencia
Se
le llama capitalismo de libre competencia: porque tienen libertad para
comerciar con cualquier estado y a cualquier precio.
LIBRE
COMPETENCIA.
Se
basa en la competencia entre capitalistas. En donde los capitalistas ampliaron
su esfera comercial. Además, se caracterizaron por la producción mercantil
simple y sobre todo manufacturera. La competencia entre capitalistas se basa en
el costo de los productos y la calidad de los mismos.
Se
lleva a cabo la acumulación y concentración del capital en pocas manos,
llegando a la fusión de empresas que no podían mantenerse en la competencia.
La
fase pre-monopolista o libre de competencia, se inicia a fines del siglo XIII e
inicios del siglo XIV, hasta el último tercio del siglo XIX, cuando las fuerzas
productivas se desarrollan de manera lenta, pero en línea ascendente. Varios
países europeos como Inglaterra, Francia e Italia, y posteriormente los Estados
Unidos transitaron por esta fase de desarrollo capitalismo.
Historial del Capitalismo Siglo XX
Durante
el Siglo XX el capitalismo se vio en aprietos: crisis económicas, caídas de la
bolsa, guerras e ideologías alternativas. Sin embargo, al finalizar la
centuria, y tras un largo de proceso de reflexión y adaptación, emerge como
ideología triunfadora y pocos piensan que exista una verdadera alternativa.
Con
sus principios de libre oferta y demanda, propiedad privada e individualismo,
esta ideología fue derrotando uno a uno a sus competidores hasta quedar como la
doctrina por excelencia de gobiernos y empresarios.
El
capitalismo ingresó al siglo XX como el sistema dominante. Los imperios
coloniales, la expansión del comercio, la pujanza de Estados Unidos lo demostraba
así.
Al
pasar la primera década, estallaba la Primera Guerra Mundial, que frenaba la
expansión del comercio; ganaba fuerza el proteccionismo económico y el
comunismo conquistaba Rusia.
En
1929, se derrumbaba la bolsa, la crisis económica arrastraba a todo el mundo y
no faltaba quien pensara que el capitalismo agonizaba.
Era
la época del nazismo y el fascismo, que se unieron a un comunismo en expansión.
En ese contexto, estallaba la Segunda Guerra Mundial y de sus cenizas surgían
la Guerra Fría y el bloque soviético.
Venía
luego la des colonización y muchos en el mundo en desarrollo cuestionaban la
viabilidad de los principios capitalistas.
En otros
conceptos tenemos el capitalismo ha tenido que hacer frente a numerosas
guerras, revoluciones y depresiones económicas. La I Guerra Mundial provocó el
estallido de la revolución en Rusia. La guerra también fomentó el nacionalsocialismo
en Alemania, una siniestra combinación de capitalismo y socialismo de Estado,
reunidos en un régimen cuya violencia y ansias de expansión provocaron un
segundo conflicto bélico a escala mundial.
Pero
el capitalismo supo su seno surgieron hombres como John Maynard
Keynes que buscaron dar un toque más humano a la economía de mercado, con la
acción estatal.
Asimismo,
nacía el nuevo sistema económico mundial apoyado en el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial, La doctrina capitalista se acomodaba a las nuevas
realidades y se mostraba desafiante ante su gran rival: el comunismo.
Pero
dicho sea de paso, que de forma concomitante surge la economía de la muerte o
industria bélica, pues el Estado comienza a gastar dinero público en la
adquisición de armamento.
También
hay que señalar que un efecto no deseable es que el Estado participativo deja atrás la
democracia liberal por nuevas fórmulas de gobierno fascista, las cuales imponen
el interés de algunos cuantos sobre el derecho o la libertad de la mayoría,
olvidándose del consenso popular y negándose la igualdad social que garantizan
las instituciones democráticas.